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A. Vespucio registra 6 de los 10 principales “puntos críticos” de accidentes en la RM

12 de febrero de 2023

Lidera el cruce con la avenida Santa Rosa. Especialistas recomiendan que los fotorradares se concentren en aquellos sectores de mayor siniestralidad.

En enero se aprobó la ley que crea el Centro Automatizado para el Tratamiento de Infracciones (CATI), con la finalidad de implementar fotorradares que permitan controlar de mejor manera el exceso de velocidad y otros delitos asociados a la seguridad vial.

Para su aplicación, la norma espera la publicación de su reglamento, en lo que actualmente está trabajando el Ministerio de Transportes y que determinará las condiciones que tendrán los dispositivos, entre otros aspectos.

Y desde ya, uno en que concuerdan tanto las autoridades como diferentes expertos es que los lugares donde deben estar ubicados deben ser aquellos donde hay mayor cantidad de incidentes viales.

Según la última cifra disponible de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset), actualizada en septiembre del año pasado, en 2021 se detectaron 634 'puntos críticos' de siniestros en la Región Metropolitana. Se trata de aquellos lugares en los cuales se contabilizaron al menos cinco siniestros de tránsito dicho año. De ellos, el 10% del total corresponde a Américo Vespucio.

Además, de los diez puntos que registran una mayor cantidad de accidentes, seis se encuentran en alguna intersección de la circunvalación (ver infografía), donde lidera el cruce de las avenidas Santa Rosa con Américo Vespucio.

Alberto Escobar, gerente de movilidad del Automóvil Club, dice que la alta incidencia de Américo Vespucio se explica en que 'da la vuelta a prácticamente todo Santiago, por lo que tiene muchos puntos de fricción'.

Si bien expertos y autoridades coinciden en que el CATI debe tener bajo la lupa a los puntos donde hay mayor cantidad de accidentes, discrepan al momento de discutir la forma en que se debe hacer y el caso de las autopistas concesionadas.

Fiscalización en autopistas

Escobar menciona que incluir a las vías concesionadas es 'muy importante, porque hoy concentran una gran cantidad de usuarios, además que la tecnología ya está instalada en las autopistas. Lo que habría que hacer es tender a generar una institucionalidad basada en la tecnología que ya está operando. Todos los centros de control de las autopistas concesionadas registran los vehículos que pasan, sus placas patentes y la velocidad a la que pasaron'.

Para Andrés Santelices, académico de la U. del Desarrollo, es esencial 'que se mantengan los pórticos, más que nada para que esas personas que constantemente pasan por ciertas calles sepan que, además de estar fiscalizando las vías exclusivas o las patentes, también van a estar incorporadas las cámaras para detectar velocidades'.

Sin embargo, el gerente de seguridad vial de la Asociación de Concesionarios de Obras de Infraestructura Pública (Copsa), Andrés Texidó, dice que no necesariamente se podrían usar los pórticos y las tecnologías que tienen hoy las autopistas: 'Se tiene que crear un reglamento que acompaña la ley, y ese definirá cuáles son las especificaciones técnicas que tienen que tener los fotorradares para detectar las infracciones. Mientras esa especificación técnica no exista, no podemos decir que las tecnologías que tienen hoy las autopistas son las adecuadas'.

Para Camila Balbontín, académica de la U. Adolfo Ibáñez y directora de la Sociedad Chilena de Transporte (Sochitran), además de que exista tecnología adecuada, debe haber 'cámaras variables en vehículos que se muevan alrededor de la ciudad diariamente'.

Propone que 'se pueden implementar cámaras que fiscalizan la velocidad promedio entre dos puntos de interés. Por ejemplo, en un túnel poner una cámara al principio y otra al final, y fiscalizar que la velocidad promedio del vehículo no supere el límite. Esto desincentiva a los vehículos a acelerar justo después de pasar una cámara y frenar al llegar a la próxima'.

Contactado por 'El Mercurio', el Ministerio de Transportes declinó referirse a qué mecanismos analiza para la puesta en marcha, señalando que primero debe realizar los estudios correspondientes y luego plasmarlos en el reglamento.


Fuente: El Mercurio