Desde 2005, las autoridades prometen mejorar la carretera que conecta la capital con la cordillera, pero hasta ahora los proyectos no han logrado concretarse.
Por lo menos desde 2005 que distintas autoridades han prometido mejorar la Ruta G-21, camino a Farellones. Para ello, se han licitado distintos proyectos, uno de los cuales incluía un bypass, pero cuya licitación fue declarada desierta.
En 2018, el entonces ministro de Obras Públicas, Juan Andrés Fontaine, anunció un nuevo proyecto, que contemplaba distintas medidas que permitirían mitigar las deficiencias del camino. Ese proyecto fue adjudicado en 2019 a la Concesión Ruta G-21 S.A. de las constructoras Icafal y Conpax, y tras estar dos años y medio en trámites de estudio ambiental, el miércoles se conoció la aprobación de su RCA en la Comisión de Evaluación Ambiental, con lo que se esperaba que las obras pudieran comenzar este segundo semestre.
Sin embargo, no será posible. Esto porque la concesionaria decidió dar término anticipado del contrato.
Según explicó por escrito la Dirección General de Concesiones del MOP, “si bien el miércoles 26 de abril la concesión recibió la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) de parte del Servicio de Calificación Ambiental, la sociedad concesionaria invocó una cláusula establecida en las bases de licitación, la que permitía dar término anticipado a la concesión por la no obtención de la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) en un período de dos años”.
“De acuerdo a las bases de licitación de este contrato, tanto el Ministerio de Obras Públicas como la sociedad concesionaria tienen la facultad de solicitar la extinción anticipada del contrato si transcurridos 24 meses desde la fecha del ingreso del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del Proyecto al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), no se obtiene la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) del proyecto, plazo que se cumplió con fecha 26 de octubre del año 2022”, añadieron.
Esto encendió las alarmas en el MOP y ha hecho que la ministra Jessica López lidere reuniones para ver cómo proceder, incluso llamando a una nueva licitación. Esto porque además hay otro proyecto involucrado: la ampliación de la minera Los Bronces, de Anglo American, la cual se ubica precisamente a un costado de este camino y que iba a participar en su financiamiento.
Ante esto, explica el MOP, “este financiamiento correspondía a un aporte, por un monto equivalente a UF 326.087, destinados exclusivamente al financiamiento de las obras del sector 1 del proyecto (…), aquel que va desde avenida Las Condes hasta Corral Quemado en una longitud de 15,57 kilómetros, y el que iba por la Ruta G-245 hacia la minera.
Con todo, “la Dirección General de Concesiones (DGC), señala que se le dará continuidad al proyecto para lo cual está evaluando las alternativas que garanticen el cumplimiento de los objetivos”.
El proyecto
El último proyecto en jaque propone iniciar el camino a pasos de la plaza San Enrique, en la intersección de avenida del Monte con Camino a Farellones, finalizando en la bifurcación a los centros invernales, correspondiente a la curva 40, abarcando casi 31 km. Entre sus principales puntos, planteaba disminuir las curvas más pronunciadas del camino a Farellones, para que pasaran de 40 a 18, un ensanchamiento de las vías, una calzada de tres pistas y otras obras de mejoramiento del camino.
Con todo, Ricardo Margulis, gerente general del centro de esquí Valle Nevado, comenta que “las personas que suben a la cordillera para hacer deporte o vida al aire libre necesitan un nuevo camino con mejores estándares de calidad y seguridad, ya que la actual ruta no cumple con los requerimientos que un camino de esas características debe tener y que permita aprovechar el potencial turístico de la cordillera de los Andes”.
Y el gerente general de Andacor, dueños de los centros de ski El Colorado y Farellones, dice que “el Colorado tiene una capacidad muchísimo mayor a lo que hoy día realmente se usa (...). Si queremos llenarlo, el camino juega en contra, especialmente los días que ha nevado que es donde más gente quiere subir”.
Otro punto que retrasó el proyecto, debido a la preocupación de los residentes de la zona, es la instalación de dos peajes (tag), uno en el acceso a la minera Los Bronces y otro casi llegando a la curva 40. Sin embargo, desde el municipio mencionaron que la resolución a la que se había llegado era que los vecinos no tendrían que pagarlo.
El alcalde de Lo Barnechea, Cristóbal Lira, afirma que “como municipio nos pronunciamos en diversas oportunidades respecto del impacto humano y ambiental que este proyecto significa para los residentes del sector, por eso valoramos que el titular haya presentado un compromiso voluntario que los deja exentos del pago de peaje”.
2018: Ese año se abrió el llamado a licitación para el proyecto que ahora quedó sin titular.
Fuente: El Mercurio