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El “parque de facto” que obstruye el río Mapocho

11 de junio de 2023

La prolongada sequía parece haber dejado en el olvido las limpiezas anuales que despejaban el cauce para evitar que eventuales crecidas inunden la ciudad. 'No es que haya pasado el riesgo', dice experto.
Pasó hace 21 años. Entre el lunes 2 y el martes 3 de junio de 2002 Santiago sufrió el día más lluvioso del que se tenga registro: 125 milímetros. En apenas 24 horas cayó un 40% de todas las precipitaciones de un año normal.

Tal vez ofendido porque en sus entrañas se comenzaba a excavar el túnel de la autopista Costanera Norte, el río Mapocho creció furioso. Entre Providencia y Santiago su caudal escaló de 40 a 300 metros cúbicos por segundo (el umbral crítico es de 600 m3/s).

'Estábamos aterrados de que si seguían las lluvias en ese volumen se produjera una catástrofe mayor en Santiago', admitiría días después el entonces ministro de Obras Públicas, Javier Etcheberry.

El temporal tuvo un capítulo aparte en Vitacura, donde el intenso caudal hizo colapsar parte de los gaviones que protegen el camino Santa Teresa de Los Andes. El municipio debió desplegar urgentes esfuerzos con retroexcavadoras para reforzar la orilla y evitar que la avenida Vitacura se inundara.

Una lección confirmada de ese episodio fue hacer limpiezas anuales del cauce del río, de modo que la caja del mismo estuviese 100% disponible para el paso de un torrente eventualmente crecido y así evitar trágicos desbordes como los de 1982, 1986 y 1987.

Dos décadas después, sin embargo, en vez de una caja despejada, el tramo oriente del Mapocho exhibe un verdadero 'parque urbano'.

Kilómetros de río, entre Lo Barnechea y Providencia, están cubiertos con árboles y arbustos que han crecido sin control, pero también con rocas y sedimentos arrastrados por la corriente.

Aunque la zona central resiente una sequía de más de una década, las intensas lluvias de 2016 —que por obras viales terminaron inundando parte de Providencia— son un recordatorio de que el riesgo de desborde no debe ser despreciado.

Que estemos viviendo una sequía, plantea Santiago Montserrat, ingeniero hidráulico y doctor en fluidos dinámicos de la U. de Chile, 'no significa que no vayamos a tener grandes crecidas'. Explica que 'algo que se prevé con el cambio climático es que en promedio haya menos agua, pero también aumente la intensidad de las precipitaciones, o sea, que ocurran en menos tiempo y más intensamente (…). Entonces, no es que haya pasado el riesgo de tener una gran crecida y pueda generar inundaciones'. Por ello, dice que siempre es recomendable limpiar el río para reestablecer su capacidad.

Al respecto, la ministra de Obras Públicas, Jéssica López, dice que 'estamos revisando esa situación porque hoy día hay ciertas normas ambientales que respetar cuando tú quieres cortar o sacar vegetación. Pero mi percepción es que con la cantidad de agua que trae el Mapocho hoy día, con la caja que tiene, la capacidad, no estaríamos enfrentando una situación de riesgo'. No obstante, agrega que 'es un tema que estamos mirando, porque efectivamente está ahí, en el cauce, y puede en algún minuto causar un riesgo para la población'.


Fuente: El Mercurio