Plantea ampliar la utilización de estas aguas tratadas y rescatar las que aún van a dar al mar a través de emisarios submarinos.
Avanzar en los desafíos relacionados a la infraestructura hídrica y sortear la discusión política “tóxica”, para enfocarse en el desarrollo del país, fueron algunos de los planteamientos que realizó la ministra de Obras Públicas, Jessica López. Ayer expuso en la conferencia Latin American Cities, donde también intervino su par de Hacienda, Mario Marcel.
En la ocasión, López destacó la necesidad de concretar planes en materia de desalación y reutilización de aguas servidas tratadas para enfrentar la escasez del recurso hídrico. “Hemos dejado pasar muchos años. Es cierto que hemos hecho políticas nacionales del agua, pero algo nos ha pasado, creo que no hemos logrado un consenso que nos permita avanzar y hoy día estamos enfrentados a situaciones donde vamos a tener que resolver, porque la urgencia así lo exige”, comentó.
Indicó que en las zonas centro norte y centro sur están “los mayores desafíos” en el tema hídrico. Señaló que el 10% del agua disponible en Chile lo usan las personas, en viviendas y comercios; mientras el 90% restante lo utilizan “la agricultura, que tiene más del 70%; la industria general y la minería”.
La reutilización
López sostuvo que el país debe “perseverar en el tratamiento de las aguas y el reúso de las aguas servidas. Hasta hace 20 años, en Chile no se trataban las aguas servidas”.
Consultada por los planes en esa materia, indicó que en la Región Metropolitana se depura toda el agua servida, que se dispone en caudales y ríos, “y tenemos que tenerla como una fuente de agua posible de ser destinada a los usos que puedan ser. Es una nueva fuente de agua y una cantidad importante”.
Por otra parte, sostuvo que “30% de las aguas servidas a lo largo del país no se tratan o tienen un tratamiento muy primario, las que se disponen en el mar a través de emisarios submarinos”.
Destacó que la reutilización de aguas servidas tratadas es ocupada en varios países, por lo que Chile debe avanzar más en esa dirección. “Tenemos que irlo considerando en los planes de inversión de las empresas sanitarias”, añadió. “Hoy el agua tratada es posible de usar en procesos industriales, es algo que se hace, y lo que tenemos que buscar es la manera de acelerar, de tratar de llegar a reusar el máximo posible de esa agua; está ahí, disponible”, enfatizó.
En Santiago, Aguas Andinas tiene un proyecto que procura intercambiar aguas depuradas por cruda con los regantes de la Región Metropolitana y así tener mayor disponibilidad de agua fresca para el consumo humano.
Desaladora para Coquimbo
La expresidenta de BancoEstado comentó que Chile está atrasado en materia de desalación para consumo humano, pero dijo que el país debe “ser un ejemplo de cómo resolvemos esto bien, de manera circular. Circular es que seamos capaces de darle el uso completo al agua. Circular es saber qué vamos a hacer con la salmuera que queda de los procesos de desalación, y es reusar todas nuestras aguas servidas”.
La autoridad indicó que el proyecto más urgente en desalación es el que se planea para abastecer a Coquimbo y La Serena. “Ahí hay un balance hídrico que se va a hacer más complejo para el 2028-2029, por lo tanto, debemos tener la planta desaladora operativa en ese minuto. Y le hemos pedido a Aguas del Valle, la empresa sanitaria de la zona, que tenga un plan especial para cautelar el abastecimiento de las personas en ese tiempo, nuevos sondajes y otras obras menores”.
Ambiente político
En su intervención en la conferencia, López —quien cumplió cinco meses en el MOP— abordó el escenario político que vive el país. “Estuve en una reunión política anoche, de cómo está el ambiente político y cómo nos tiene tomados, además, en la prensa, en todos los medios, en nuestras conversaciones; mientras, por otro lado, tenemos estos desafíos de largo plazo, que son importantes de desarrollar. Es nuestra responsabilidad llevarlos a cabo, tanto el sector público como el privado; más allá de la contingencia, son desafíos de Estado, el desafío de la infraestructura en Chile es un desafío de Estado”.
Añadió ante la audiencia —principalmente del sector privado— que “lo que quiero pedirles a ustedes que están aquí es levantar un poco la mirada en términos de nuestras conversaciones. Supongo que ustedes están en el largo plazo en su accionar, pero necesitamos salir de esta cosa tóxica y darnos estos espacios para hablar del futuro. Estoy segura de que si planteamos una pobreza cero, todos vamos a estar de acuerdo; a lo mejor discreparemos en la forma de llegar, pero vamos a estar de acuerdo en la pobreza cero y en que nuestro país tiene que crecer. Estaremos de acuerdo, espero, en la distribución, que está ‘mal pelado el chancho'. Hay cosas esenciales que nos unen y es a lo que yo creo que tenemos que dedicarle más tiempo”.
Fuente: El Mercurio