Los usuarios y la concesionaria advierten los problemas que generan los conductores informales, en medio de un escaso despliegue de Carabineros.
Pasan los años, avanzan las sucesivas ampliaciones y la concesionaria toma medidas, pero un problema crónico aqueja al aeropuerto de Santiago: la presencia invasiva de los taxis piratas o, como les llaman en Pudahuel, 'hacheros'.
La situación de los choferes informales quedó reflejada en el testimonio de Rubén Boroschek, quien contó su desagradable experiencia en Cartas al director de 'El Mercurio', el pasado lunes 26.
El académico de la U. de Chile venía regresando con su esposa de un viaje de vacaciones al extranjero y decidió contratar un servicio establecido, pero ni eso fue suficiente para que su retorno fuese normal.
'Me indican que afuera me esperan y que pase el recibo. Al salir, se me acerca una persona, me indica que es taxi oficial, le muestro el recibo y me dice que lo siga. Al poco caminar, otra persona se me acerca y me dice que no vaya, que es un 'pirata'. Increpo a la persona que me había engañado e inmediatamente aparecen tres personas más, rodeándome e indicando que no haga problema y que me vaya', cuenta en la carta.
'Si no me advierte la persona (que sí era del taxi oficial), tal vez hubiera tenido la misma experiencia que otros: cobros excesivos, vuelto con billetes falsos y como está la cosa, un paseo a un lugar y un tiempo desconocidos', enfatiza el académico.
Boroschek describe que 'estas personas todas se conocían. Me imagino que hay varias cámaras de seguridad en la zona, pero se sentían muy seguros y confiados. Qué susto, impotencia y qué imagen damos'.
Esta situación es un problema que varias administraciones vienen observando desde hace décadas, pero no parece tener una solución concreta a la vista, más allá de sucesivas promesas de mayor fiscalización y el despliegue de Carabineros en los sectores exteriores del aeropuerto.
Sin embargo, las autoridades recalcan que el problema no se ataca solamente con un mayor control, sino que además involucra un tema de regulación mediante modificaciones a los decretos de ley 80 (que reglamenta el transporte privado remunerado de pasajeros) y 212 (que norma el servicio nacional de transporte público).
Acciones concretas
Para la concesionaria Nuevo Pudahuel, esta situación resulta compleja, aunque señala que impulsa una acción coordinada con la autoridad de seguridad.
'Es muy difícil regular situaciones de seguridad de transporte irregular en las zonas públicas. Casi todos los países tienen una regulación, que es que el pasillo es una zona que no es fiscalizable por los concesionarios. El transporte ilegal es un tema que debe ser resuelto por la autoridad con diversas medidas, principalmente, reforzar la dotación de Carabineros, que debe atender otros delitos de la comuna, y lo de fondo: ampliar la tipificación del delito de transporte ilegal para sancionar la captación que realizan los 'hacheros'', comenta.
Los pasajeros que aterrizan en Santiago son informados por Nuevo Pudahuel acerca de los peligros que enfrentan con los taxis piratas. Grandes pantallas instaladas en el sector del retiro de maletas, con plano de ubicación y textos en español e inglés, detallan cómo llegar al sector de los vehículos autorizados: 'Contrata transporte oficial en el Punto de Transporte Seguro saliendo por la zona de control de SAG y Aduana. Toma el pasillo hacia la izquierda. Ahí encontrarás locales de venta de servicios de buses, taxis y transfers autorizados'.
Y advierte: 'Nunca utilices servicios de transporte ilegal. Te expones a cobros excesivos, estafas y otros riesgos'.
Además, para facilitar la labor policial, y acogiendo la solicitud al respecto, la administración del recinto habilitó algunos puntos tipo containers. Hay tanto al interior del complejo como a la salida, en ambos casos muy cerca de donde los 'hacheros' se mueven a sus anchas.
Sin embargo, en los puestos rara vez hay algún policía y, de hecho, suelen estar cerrados, lo que de inmediato queda en evidencia para aquellos pasajeros que abandonan la zona restringida y se encuentran con los 'piratas'.
Al respecto, Carabineros señala que 'esa caseta en particular la hizo la concesionaria cuando inauguró el terminal internacional, y después de la pandemia esa caseta es utilizada de apoyo. Porque el aeropuerto, adentro, es de la DGAC y de la PDI, y Carabineros principalmente lo que hace son patrullajes en los alrededores del aeropuerto'.
'Entonces, lo que hacemos es utilizar esa caseta de apoyo o acoger denuncias en el terminal', concluye.
'El Mercurio' visitó cuatro veces el aeropuerto durante la última semana y la caseta, que luce el nombre y escudo de Carabineros, permaneció siempre cerrada, y sin funcionarios cerca.
Trabajadores de un local ubicado frente al puesto consignaron: 'No, casi nunca están ahí, no se los ve abrir. Yo diría que esta semana abrieron ese puesto una vez, un rato, máximo dos, quizás' y que 'si quiere encontrar un carabinero o necesita ayuda de algún tipo, tiene que buscarlos afuera o arriba. Acá nunca están'.
Otras fuentes indican que más efecto tiene la presencia de los funcionarios de taxis oficiales que lucen chalecos corporativos en la zona de recepción de pasajeros, lo que cohíbe a algunos 'piratas'.
La concesionaria, en tanto, también ha instalado diversos puntos con señaléticas que indican 'Evite estafas, no contrate transporte ilegal', además de otras que señalan 'prohibido tomar pasajeros acá', como una forma de alejar a dichos vehículos.
Fuente: El Mercurio