Timonel del gremio sostuvo que deben impulsarse nuevas cárceles, autopistas resilientes al cambio climático e infraestructura hídrica, como desaladoras para agua de consumo humano.
La industria de las concesiones de obras públicas en Chile lleva tres décadas de desarrollo, período en el cual se han construido múltiples carreteras, aeropuertos, hospitales y cárceles, entre otros. Este modelo de alianza público-privada ha generado inversiones por unos US$ 28.400 millones.
La Asociación de Concesionarios de Obras de Infraestructura Pública (Copsa), que está cumpliendo 24 años de existencia, agrupa a las principales compañías privadas que participan en este sector. El presidente del gremio, Leonardo Daneri, conversó con “El Mercurio”, abordando los cambios que vive el rubro y los proyectos que deben generarse en los próximos años y las medidas necesarias para agilizar inversiones. También se refirió al aumento de la morosidad y la evasión.
—¿Cuál es el balance de las concesiones en Chile que ustedes hacen como gremio?
“Todos quienes participamos en esta industria debemos estar orgullosos de lo que se ha logrado en sociedad con el Estado. En cambiarle el rostro a este país. Gran parte del crecimiento de los años dorados tiene mucho que ver con la calidad de la infraestructura que se ha logrado desarrollar gracias a una de las políticas públicas más exitosas del país en los últimos años, que es la participación público-privada”.
Futuras obras
—¿Cuáles son las nuevas concesiones que deberían incorporarse para los próximos años?
“Más cárceles, porque está claro que son más baratas para el Estado, tienen un menor costo por inquilino y una mejor calidad de vida para las personas que están internadas. También mejorar las autopistas, más allá de la calidad, que es bastante buena en Chile. Tenemos que avanzar mucho la redundancia y resiliencia a la luz del cambio climático y factores que nos afectan como país, como los terremotos”.
—¿Y embalses?
“En embalses, hay que ser cuidadosos, porque el cambio climático nos echó a perder todas las estadísticas que teníamos de hidrología, que es la que permite diseñar todas las obras relacionadas con agua (…). Además, son inversiones que demoran mucho en materializarse y que, además, tienen problemas ambientales no menores. Por lo tanto, creo que los grandes embalses, probablemente, serán muy difíciles de hacer vía concesiones. Sí se pueden abordar obras medianas, más pequeñas, de embalses”.
“En lo que respecta a desalación, sin duda, la herramienta de concesiones es muy importante. La modificación que se hizo a la ley permite que las desaladoras construidas por concesiones puedan ir a consumo humano, lo que es una tremenda ventaja”.
—El MOP recientemente señaló que este año quieren hacer 12 llamados a licitación de concesiones por más de US$ 5.000 millones, además de adjudicar alrededor de seis o siete contratos que ya están licitados. ¿Qué le parece ese volumen de actividad?
“Sin duda, nos parece una muy buena noticia, pero tiene muchas aristas. Primero, son cifras inéditas en la historia de inversiones en infraestructura en Chile. Segundo, que el dueño, el Estado, esté dispuesto a invertir esa cantidad de dinero, quiere decir que confía en la calidad de los actores de la industria que están trabajando en el país, que son de clase mundial. Tercero, esos actores confían en el país y están dispuestos a invertir, porque tenemos una buena ley de concesiones y un buen mecanismo de resolución de controversias”.
“Eso sí que hay que mejorar la permisología, porque por ejemplo la Ruta Santiago-Valparaíso está en licitación para ese año, pero esa obra se va a demorar 10 años en construirse”.
—¿Ve factible la intención del MOP en cuanto a licitar las obras con la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) aprobada previamente?
“Sin duda que la permisología es un tema serio, que hay que abordar no solo desde el punto de vista ambiental, sino desde un punto de vista más general. Hay una cantidad de permisos burocráticos, numerosas instituciones y autoridades que tienen que opinar. Ahora, ¿cuál es el problema de que los permisos los haga antes el MOP? Estamos viendo que la velocidad del cambio es tan grande, que probablemente un permiso que se otorgue con mucha antelación, cuando se vayan a hacer las obras, puede cambiar la reglamentación, y esa autorización puede quedar obsoleta y va a ser materia de judicialización. Entonces, ahí necesitamos más certeza jurídica”.
Alza de impagos
—¿Cómo ven hoy día la morosidad en el pago de peajes?
“La morosidad es un problema que no afecta solo a las concesiones. Somos una víctima más de la morosidad que se refleja en un montón de áreas de la sociedad. Estoy hablando del CAE (Crédito con Aval del Estado), los impuestos, los pasajes en buses y metro, los créditos”.
“El aumento de la morosidad es en general en todas las áreas de la economía, y las autopistas no estamos exentas de eso, nos ha aumentado mucho. Esto, además, asociado a que hay una serie de personajes, de todo tipo, que por tener algún minuto de fama hacen escarnio al sistema de autopistas, exageran situaciones y nos colocan como en primera línea de los que hay que evadir”.
—¿Hoy día en qué cifras está la morosidad?
“Ha crecido particularmente en las urbanas, que son las que siempre han tenido sistema free flow. El problema que tenemos ahora es que se está llevando el sistema de autopistas interurbanas a free flow también. Antiguamente, cuando teníamos casetas de peaje era ‘pagado y servido', con cero morosidad. Ahora es ‘servido y no sé si pago', ese es el problema”.
“Estamos en un nivel de un dígito y en las interurbanas empezará a aumentar, sin duda”.
—¿El ocultamiento de patentes de autos cómo se comporta?
“Andar con la patente oculta es un delito ahora, antes era una infracción. Y eso es un cambio de significación de la ley. Hace mucho tiempo que venimos diciendo que un vehículo sin patente es delincuente o es un enmascarado sobre ruedas”.
Fuente: El Mercurio