En 2023 una constructora desistió de realizar las obras tras esperar cinco años por los permisos. En el MOP reconocen que no está contemplado retomarlo por ahora.
El proyecto para mejorar la Ruta G-21, que da acceso al pueblo de Farellones y los centros de esquí de la Región Metropolitana en la comuna de Lo Barnechea, ha sido una historia de nunca terminar. Desde hace cerca de 20 años se ha planteado la necesidad de ampliar la vía, que se considera peligrosa por su estrechez y sus 40 curvas, y en la que circulan hasta cinco mil autos los días de mayor afluencia.
Sin embargo, pese a las iniciativas que se han impulsado, ninguna se ha concretado. Este fin de semana, un accidente de tránsito en que se desbarrancó un auto, con saldo de una fallecida y tres heridos, reabrió el debate sobre mejorar la infraestructura vial.
En 2018 fue la última vez que el Ministerio de Obras Públicas (MOP) propuso una obra de estas características, pero los permisos ambientales se demoraron cinco años y en abril de 2023 la empresa que se había adjudicado el proyecto desistió de realizar su construcción por el aumento de costos.
Para el alcalde de Lo Barnechea, Cristóbal Lira (UDI), esta “sin duda es una ruta que ha quedado insuficiente, muy estrecha y peligrosa para la cantidad de flujo que tiene, no solo por el turismo, sino también por el trabajo que hay en la mina Los Bronces”.
Señala que esperaría que el MOP reactivase el proyecto, pues observa que hoy los centros de esquí “son prácticamente una ciudad en la montaña”.
Coincide José Ignacio Morales, gerente general de Andacor —empresa dueña de El Colorado y Farellones—, quien señala que mejorar el camino es una “deuda pendiente” con la principal área de montaña de la RM que, dice, ofrece “atractivos turísticos” tanto en el verano como el invierno.
“Acercar este patrimonio natural a la mayor cantidad de personas debería ser una prioridad a la hora de evaluar los distintos proyectos de desarrollo vial”, afirma.
Su par de Valle Nevado, Ricardo Margulis, agrega cifras a la discusión. Según explica, la Ruta G-21 fue construida hace más de 60 años, cuando Santiago tenía una población cercana a los 2 millones y pese a que hoy hay cerca de 7 millones de habitantes, “el camino es el mismo”.
Contactado el ministerio por “El Mercurio”, reconoció que el proyecto “por el momento no está contemplado en el plan de licitaciones previsto para 2024-2025. No obstante aquello, se mantiene dentro de las opciones para una futura priorización”.
Otras iniciativas
Entre los expertos también se reconoce la necesidad de mejorar los accesos. Cristián Bowen, consultor en CIS y exsubsecretario de Transportes, dice que ya la última concesión demostró que los “beneficios sociales son mayores que los costos”.
“Se pueden hacer mejoras menores de seguridad y en el lineamiento de la ruta. Con el proyecto minero van a haber más buses y camiones circulando”, advierte.
Una mirada más cauta sobre el proyecto tiene el arquitecto de la U. Central Uwe Rohwedder, quien cree que se necesita una “justificación de una actividad económica que sea rentable todo el año, lo que no está ocurriendo hoy”. Eso sí, estima que la actividad de la empresa minera sí puede ser una “razón importante”.
En paralelo, también se ha conversado la idea de construir un teleférico que llegue a los centros de esquí y en ello los expertos coinciden que puede ser un buen proyecto, el cual podría ser financiado solo por privados, que serviría para descongestionar las vías de acceso.
Fuente: El Mercurio