La presidenta de COPSA, Gloria Hutt, fue protagonista de uno de los paneles del evento “Fitch on Chile”, organizado por la clasificadora de riesgo Fitch Ratings, en el que se abordaron aspectos clave para el país, como infraestructura, minería y energía; y se analizaron los retos y oportunidades que enfrenta la economía chilena.
La conferencia, liderada por Richard Francis, co-director de calificaciones soberanas para las Américas, sirvió como termómetro de la salud financiera del país a un año de las elecciones presidenciales de 2026, y reunió a inversionistas, economistas y autoridades de diversos ámbitos.
En la instancia, Fitch fue enfática al señalar el "talón de Aquiles" del país: el bajo dinamismo de la economía. Según la agencia, el PIB per cápita de Chile es casi la mitad de la mediana de los países con calificación similar, y con un crecimiento en torno al 2,5% anual la brecha tiende a consolidarse más que a cerrarse. En ese contexto, la búsqueda de fuentes de crecimiento rápido y sostenible —entre ellas, la infraestructura— apareció como uno de los ejes centrales del debate.
Infraestructura: proyectos trabados en la mira
En el bloque dedicado a infraestructura y crecimiento participó la Presidenta de la Asociación de Concesionarios de Obras de Infraestructura Pública (COPSA), Gloria Hutt, quien llegó al seminario como representante del gremio.
Hutt puso el acento en que existe una cartera del orden de US$ 10 mil millones en proyectos de concesiones ya adjudicados o aprobados que no logran iniciar construcción, pese a contar con financiamiento y empresas listas para ejecutar. Según ese análisis, el plazo promedio entre la adjudicación y el inicio efectivo de las obras pasó de unos dos o dos años y medio a más de cuatro años desde 2020, principalmente por trámites administrativos, permisos y procesos de coordinación entre servicios públicos.
Esa dilación, advirtió, tiene un costo directo en empleo, actividad y recaudación: cada año de atraso significa postergar miles de puestos de trabajo y el efecto multiplicador sobre proveedores locales y consumo en las regiones donde se materializan las obras. En sintonía con las preocupaciones planteadas por Fitch sobre el bajo crecimiento, Gloria Hutt defendió la idea de que destrabar la carpeta de infraestructura concesionada es una de las vías más inmediatas para reforzar la expansión del PIB sin deteriorar las cuentas fiscales, dado que se trata de inversión mayoritariamente privada.
La dirigente también reiteró una de las propuestas que COPSA ha impulsado durante 2025: la creación de una "fuerza de tarea" o grupo especial de alto nivel, dependiente directamente de la Presidencia, con mandato acotado en el tiempo —por ejemplo, seis meses— para identificar cuellos de botella y proponer medidas concretas que permitan acelerar la ejecución de proyectos hoy detenidos. La idea es complementar los anuncios sectoriales con una coordinación política capaz de alinear a ministerios, gobiernos regionales, municipios y servicios evaluadores.

Francisco Soto, gerente general de Copsa; Carlos Fiorillo, director general de Latinoamérica de Fitch; Gloria Hutt, presidenta de Copsa.
Otro punto que Hutt destacó fue la necesidad de consolidar una planificación de infraestructura de largo plazo, dando continuidad al plan a 30 años presentado por el Ministerio de Obras Públicas y reforzando el modelo de asociación público-privada como herramienta para alcanzar estándares que el Estado, por sí solo, difícilmente podría financiar y operar en plazos razonables. En esa línea, mencionó como ejemplos los avances en hospitales, autopistas y aeropuertos concesionados, y advirtió que decisiones políticas de corto plazo que debiliten el sistema de concesiones podrían chocar frontalmente con la urgencia de atraer inversión y responder a las exigencias de competitividad internacional.
El mensaje del panel fue claro: mientras Fitch pone el foco en el bajo crecimiento como amenaza de mediano plazo para la calificación soberana, los actores del mundo de la infraestructura insisten en que la clave no está solo en nuevos anuncios, sino en hacer que los proyectos ya aprobados se conviertan en obras cuanto antes.
Fuente: COPSA
