Como presidente de la Asociación de Concesionarios de Obras de Infraestructura Pública (Copsa), el ingeniero civil Leonardo Daneri es un promotor del sistema de concesiones que ha impulsado el desarrollo y mejoramiento de carreteras, aeropuertos, hospitales y cárceles en el territorio nacional. De visita en Puerto Montt, destacó esta política pública que nació hace 30 años "que ha invertido más de 30 mil millones de dólares en el país".
Admite que hoy es prioridad modificar la Ruta 5, para lo que propone "ampliarla y darle redundancia". Daneri explica que en ello influye el cambio climático y en caso de lluvias intensas, esa carretera podría quedar inhabilitada. "Antiguamente, en Chile siempre llovía a crédito, con cuentas todos los meses. Ahora puede tocar un mes que llueva todo lo de un año. Y eso significa que podamos tener una serie de efectos que puedan cortar la carretera o llevarse puentes. Entonces, necesitamos tener redundancia y resiliencia. O sea, la capacidad de resistir de mejor forma estos fenómenos de la naturaleza".
En segundo lugar, plantea que ante el crecimiento del país "en todas las ciudades tenemos problemas de vialidad urbana". Comparte que es difícil de resolver y que hay muchas formas de hacerlo, para un modelo de diseño de casi todas las ciudades que "obedece a lo que se llama el damero español, con calles octogonales y angostas". De esa forma, expone, los espacios públicos "están muy disputados por automóviles, buses, peatones, ciclistas, scooters, deliverys, además de todos los servicios: postes con sus cables, las cañerías están abajo en tuberías. Ese pequeño espacio público no tiene muchas posibilidades de expandirse, porque significa expropiar.
Además, si uno quiere enterrar, va a encontrar hallazgos arqueológicos que paralizan. Una de las soluciones es un modo alternativo, como puede ser un teleférico". Además, observa que en casi todas las regiones del sur "hay un activo que hay que usar, que son las fajas que tiene el tren. Son zonas que están expropiadas, no tienen servicios adentro y están despejadas".
- El Presidente Gabriel Boric anunció en su cuenta pública que repondría el tren entre Llanquihue y Puerto Montt.
- Hacer un tren suburbano entre Llanquihue y Puerto Montt, es una solución.
- Pero se requiere además de alternativas de interconexión vial...
- Eso es lo que se llama los intercambios modales. Uno viene en modo tren y tiene que tener un modo que permita llegar al punto de trabajo, que puede ser un modo de auto, de transporte público, teleférico, una ciclovía, etcétera. Es justamente integrar todos los sistemas de transporte. En eso hay que pensar.
- Hasta la Ruta 5 se ha hecho angosta, especialmente en sus conexiones de ingreso a las ciudades.
- La Ruta 5 fue diseñada como una autopista interurbana. Tiene un concepto distinto: son dos pistas por lado, una mediana para separar los flujos, pero no tienen nada más. Entonces, qué es lo que tenemos que hacer: transformar la Ruta 5 en la llegada a las principales ciudades en urbano. O sea, tres pistas por lado, caleteras de buen nivel, bidireccionales; ciclovías, veredas peatonales, mejorar los entornos para que la fricción sea la menor posible, con más pasarelas y convertirlas en
urbanas. Hay que destacar que el Ministerio de Obras Públicas (MOP) cambió la lógica. Cuando se diseñaron las autopistas, se hizo pensando en los usuarios;
ahora, se están readaptando, pensando en los vecinos y los usuarios. Eso es la política del buen vecino, que nos parece muy bien a nosotros.
- Otro de los nudos constantes es la rotonda de acceso y salida de Puerto Montt. ¿Qué solución debería aplicarse ahí?
- Las rotondas son soluciones viales de hace 30 años, que hay que cambiar. Hay que eliminarla y convertirla en un enlace con distintos niveles.
- ¿Conoce el proyecto Ruta Puerto Montt para unir Puerto Varas con el aerpuerto El Tepual?
- Lo conocemos. En general, todos los proyectos hay que conocerlos, ver las externalidades, ver las cosas positivas y negativas que puedan tener. Un proyecto como ese, en una ciudad tan estrecha como Puerto Montt, no es fácil de ejecutar. Hay que hacerlo absolutamente de acuerdo con la comunidad. En este minuto no se puede hacer un proyecto de envergadura sin que toda la comunidad esté de acuerdo.
- Hay rechazo de los alcaldes de Puerto Mont y Puerto Varas...
- Habrá que conversarlo. A lo mejor la solución estriba en tener un muy buen tren y con un buen sistema bimodal y de conexiones. Hay que buscar las soluciones que corresponda.
- La electromovilidad se ha planteado como alternativa como un sistema bimodal.
- Eso llegó para quedarse y va a llegar antes lo que estamos pensando. No sólo la electromovilidad, sino que la autonomía de conducción. Los autos van a ser autónomos. Voy a poner una tesis desafiante: manejar va a ser un deporte en unos 20 años. Es decir, usted no va a poder manejar en una autopista por muy eléctrico que sea su automóvil, porque los seres humanos vamos a romper las reglas; entonces, vamos a chocar con los autónomos que las respetan todas. El mundo va a cambiar de una manera tal, que no la entendemos.
Tenemos que ir calibrando cómo van cambiando la costumbres y hacer la infraestructura del caso. No olvidemos que, además, la infraestructura es logística. Somos un país que vivimos de las exportaciones. Dos tercios de nuestros productos, 200 mil millones de dólares son importaciones y exportaciones. Y eso requiere de autopistas, puertos, aeropuertos, comunicaciones, energía. Tenemos que ponerlos en alguna parte (...) y que la intersección con los vecinos sea lo más suave posible.
- El aeropuerto El Tepual ha crecido y está preparado para aumentar su capacidad para recibir más aviones y pasajeros. Pero, la vía de conexión es de dos pistas...
- Nosotros hemos ido coordinando las cosas principales, pero todas las secundarias se van quedando atrás. Hasta hace unos 20 o 25 años las vías alternativas del aeropuerto a la ciudad eran de tierra. El año 90, el presupuesto del Ministerio de Obras Públicas era de 200 millones de dólares de la época, de los cuales se gastaba casi el 80% en mantener la Ruta 5. Eso era imposible sostener. ¿Qué se hizo? Se concesionó. Resultó que las autopistas las empezaron a pagar quienes las usaban y eso permitió que los dineros que gastaba el MOP se invirtiera en mejorar los caminos secundarios. Desde esa época tenemos 30 mil kilómetros de esos caminos pavimentados en Chile. Efectivamente, en estos minutos tenemos caminos angostos para llegar al aeropuerto, pero tenemos varios y todos pavimentados,
tanto desde Puerto Varas como desde Puerto Montt. Tenemos una red secundaria potente. Ensanchar esos caminos tiene restricciones ambientales muy complejas. Nosotros nos hemos dado una institucionalidad ambiental, cultural -estoy hablando de hallazgos arqueológicos- muy compleja; o sea, de país del primer mundo.
Fuente: Valor Futuro